“EL SENTIDO DE LA VIDA”
INTRODUCCION
La
vida merece la pena vivirse. La vida debería de ofrecernos suficientes razones
para seguir existiendo sin necesidad de optar como solución la
autoaniquilación. Por eso el hombre debe realizar su proyecto de vida y
trazarse metas a las cuales se sienta llamado y que le darán sentido a su
existencia; porque toda persona tiene su propia misión que cumplir. Es verdad
que las cosas no siempre son sencillas, y que en ocasiones resulta realmente
difícil mantenerse fiel al propio proyecto, pues surgen dificultades serias, y
el desánimo se hace presente con toda su paralizante fuerza. Pero hay que
mantener la confianza en uno mismo, no decir no puedo, porque no suele ser
verdad. Hay que estar conscientes que en las peores dificultades vamos a salir
airosos, porque al despertar y empezar el nuevo día, debemos agradecerle a Dios
por la vida que nos da y tratar de llevarla con felicidad sacándole provecho a
nuestras virtudes personales.
¡No
vivas solo por vivir, disfruta lo que haces y aprende a compartir para que
enseñes a otros a vivir!
DEDICATORIA
Dedicamos primeramente nuestro trabajo a nuestros Padres, a quien le
debemos toda nuestra vida, les agradecemos el cariño y su
comprensión, y en especial al Profesor
Víctor Raúl, por habernos guiado
en el desarrollo de este trabajo y llegar a la culminación del mismo.
AGRADECIMIENTO
“A
Dios, quien nos ilumino para concluir con la realización de nuestro trabajo y a
nuestros padres por permitirme estudiar
y poder surgir en nuestros estudios.”
SUMARIO
CAPITULO I: “EL SENTIDO DE LA VIDA”
1.-EL BUEN SENTIDO DE LA VIDA
1.1.- ¿Cómo el hombre le da
sentido a su vida?
1.2.- ¿Buscar o no
buscar el sentido de la vida?
1.3.- Búsqueda del sentido de la vida
1.4.- Descripción del sentido de la vida
1.5.- ¿Tiene sentido la vida?
1.6.- Consecuencias de la vida atenta
1.7.- El logro y
forma suprema de la vida
1.8.- Privaciones de la vida
2.-MODOS DE SENTIDO
2.1.- El sentido brota en el proceso de desarrollo
persona
2.2.- El sentido
de la vida y la libertad verdadera.
2.3.- El sentido y la responsabilidad.
2.4.- El sentido y la armonización de autonomía y
heteromia
2.5.- El sentido se alumbra a través de riesgo de la
creatividad
2.6.- Muerte y sentido de la vida
3.- LA VIDA BUENA
3.1.-La vida buena, la otra
cara de la felicidad
3.2.- La buena vida y la noción del bien
3.3.- Elementos de la vida buena
3.4.- La vida como tarea
3.5.-Una propuesta ética
CAPITULO II: “LA FELICIDAD”
1.1.- La felicidad como relación de la vida
1.2.- La felicidad
1.3.- La felicidad como vivencia y expectativa
1.4.- La felicidad y el destino
1.5.- Distintos modelos de felicidad
1.5.1.- El nihilismo
1.5.2.- El carpe diem
1.5.3.- La postura pragmática: el interés
1.5.4.- La postura contemporánea: el bienestar
1.5.5.- El poder del dinero
1.5.6.- El afán de poder y la ley del más fuerte
CAPITULO I: “EL
SENTIDO DE LA VIDA”
1.-EL BUEN SENTIDO DE LA VIDA:
1.1.- ¿Cómo el hombre le da sentido a su vida?
El hombre actual no
descubre sino inventa, crea sentido a su vida. Con nuestro pensamiento creamos
muchas formas de sentido de vida, creencias, ideologías, ideales, intereses,
etc. Necesita creer en algo y vivir por algo ¿Qué ha creado esta forma de dar sentido
a la vida humana? Al dar sentido a su vida en alguna creencia, ideología, o
intereses, se siente seguro y que su vida tiene una orientación. Sin embargo ,
la seguridad lograda es limitada porque solo lo es dentro del ámbito aquello
que le da sentido ,dentro del grupo de creyentes, tiene que vivir en un mundo
donde mucha gente persigue distintas metas, entonces tendrá que enfrentarse
tarde o temprano con los demás. De ese modo, la invención de sentidos solo ha
creado confusión a la vida humana y no está llevando a ningún lado a la
humanidad .Y es que el pensamiento es muy limitado para abarcar la totalidad de
la vida. Quién inventa mediante el pensamiento un sentido a la vida es porque
ya cree que la vida misma no tiene sentido. La vida se nos parece muchas veces
sin sentido, por lo tanto insegura; es ese temor a la inseguridad lo que nos
hace refugiarnos en nuestra mente para tener algo de seguridad. Pero ni aun así
encontramos la ansiada seguridad. En realidad el temor es el obstáculo para
vivir de modo diferente, el temor a ser libre, a vivir. Y si uno no se libera
de ese temor no es posible encontrar seguridad alguna.
1.2.- ¿Buscar o no buscar el sentido de la vida?
Víctor Frankl dice
que el sentido es la fuerza primaria en la vida del hombre ya que el hombre
necesita vivir una vida con sentido, este es una fuerza que lo impulsa a vivir
y afrontar cualquier situación .Nietzsche admitía, “cuando se tiene en la vida
un porque, se vive sin dificultad el cómo”. Tenemos que saber porque nuestras
vidas personales carecen de sentido.
Trascender el
sufrimiento no significa tener un corazón duro e indiferente, sino que
significa la observación y comprensión del sufrimiento. Es difícil percibir el
sufrimiento cuando este ocurre pero es indispensable.
La percepción del
sufrimiento puede permitirnos comprender que en realidad no sólo existen
sufrimientos particulares, sino que la humanidad también está sufriendo y cada
uno nos alimentamos con nuestro egocentrismo. DE ahí la responsabilidad que
tenemos de terminar tanto con el sufrimiento egocéntrico y buscar formas de vidas
diferentes. El sufrimiento puede ayudar a dar sentido a nuestra vida si se
busca en él el lado positivo. Es un ejemplo el hombre viudo que sufre la
pérdida de su mujer, pero se le puede ayudar a que se sienta mejor si se le
dice que ha evitado ese mismo sufrimiento a su mujer por haber muerto antes que
ella. En resumen, no podemos cambiar el destino así que si nos toca sufrir,
debemos hacerlo pero siempre con la actitud más optimista posible
1.3.-Busqueda del sentido de
la vida
Un
individuo no puede vivir y desarrollarse si no percibe un sentido de su vida;
el hombre es simplemente un hombre más en la sociedad como la conciencia
individual. Un individuo no puede vivir y desarrollarse más que si comunica un
sentido a la vida en el grupo con el cual se identifica. No se puede vivir sin
relacionarse con una sociedad de semejantes. Estamos insertados dentro de un
conjunto de grupos engranados, desde la célula familiar hasta la comunidad, incluso
hasta una sociedad cósmica superior como la ciencia ficción, ello hace preciso
percibir un sentido de la vida .La necesidad del sentido de la vida es la
condición misma de existencia de una conciencia de sí. Me parece vano imaginar
una vida consciente sin la percepción de un sentido en la vida. Se pueden dar
muchos a la vida, lo esencial es reconocer en ella un sentido, tener siempre
una dirección en todos los momentos del camino. A veces la vida parece tan
agitada que no nos da tiempo a pensar qué queremos realmente, o por qué, o cómo
podemos conseguirlo.
Pero hay que pararse
a pensar, sin achacar a la complejidad de la vida como si fuéramos sus víctimas
impotentes lo que muchas veces no es más que una turbia complicidad con la
debilidad que hay en nosotros.
Somos cada uno de
nosotros los más interesados en averiguar cuál es el grado de complicidad con
todo lo inauténtico que pueda haber en nuestra vida. Si uno aprecia en sí mismo
una cierta inconstancia vital, como si anduviera por la vida distraído de sí
mismo, como desorientado, sin terminar de tomar las riendas de su existencia
quizá por los problemas que pudiera suponer exigirse coherencia y autenticidad,
Parece claro que está
en juego su acierto en el vivir y, como consecuencia, una buena parte de la
felicidad de quienes le rodean. Lo cierto, que la reflexión sobre la propia
vida aleja al hombre de la visión superficial de las cosas y le hace recorrer
su propio camino.
1.4.- Descripción del sentido de la vida
El sentido de la vida
podemos describirlo como la percepción de la trayectoria satisfactoria o
insatisfactoria de nuestra vida. Descubrir el sentido de la vida es alcanzar a
ver a donde lleva, tener una percepción de su orientación general y de su
destino final .La vida tiene sentido cuando tenemos una tarea que cumplir en
ella. Eso nos conduce hacia la estabilidad, ilusión y por tanto, y una cierta
felicidad cada día que comienza.”Cuando hay felicidad se despierta un nuevo día
con ganas de decir si a la vida, de seguir adelante, eso es la felicidad”. En
cambio si te levantas con los ánimos por los suelos, si despierta con
infelicidad, no hay más remedio que intentar recomponerla buscándole el sentido
a ese día que va a empezar. Ver si puede esperar de él las ganas de seguir
viviendo. La ausencia de motivación y de ilusión es el comienzo de la pérdida
del sentido de la vida a lo que llamamos depresión.
¿Qué hacer si no
encuentra sentido? Una posibilidad es la atomización de la vida, reduciendo la
felicidad a los placeres; pero esto a lo único que lleva a ser hombres huecos,
vacios, llenos de paja. La otra posibilidad es reconocer con sinceridad la
pérdida del sentido: el nihilismo .Responder a la pregunta del sentido de la
vida es tener una tarea que nos enfrente
con las grandes interrogantes de nuestra existencia, y quien sabe responderlas,
sabe lo que verdaderamente importa.
1.5.- ¿Tiene sentido la vida?
El sentido de vida
brota a la creatividad, y los seres humanos solo somos creativos en cada
situación concreta. Alguien sufre un accidente, y tú te rebelas al ver su
mutilación .Tu irritación te lleva a pensar que la vida carece sentido .No
pierdas el tiempo en hacer consideraciones generales sobre la vida. Ponte en
ayuda a ese ser menesteroso, y veras como vuestras vidas concretas se van
llenando de sentido.
En el encuentro, el
sentido se hace palpable, denso, sugerente, reconfortante. Para captar el
sentido, más allá del significado, hay que ampliar el horizonte vital, es
decir, los criterios de interpretación de la vida, las pautas de conducta, las
perspectivas desde las que podemos contemplar nuestra existencia y sus
avatares. En definitiva, actitud virtuosa es la actitud solidaria en todas las
vertientes de la vida. Según Bergson, la alegría anuncia siempre que la vida ha
reportado una victoria. No hay triunfo mayor que crear formas levadas de
unidad, porque en ellas reside el sentido más hondo de la vida.
1.6.- Consecuencias de la vida atenta
Podemos señalar las siguientes
consecuencias:
1) Se produce la
ruptura de patrones mentales que nos hacen reaccionar ante el mundo, nuestra
vida deja de ser mecánica y nos permite una acción diferente.
2) Como la atención es siempre al presente,
entonces nos permite aprender a vivir de instante en instante.
3) Nos permite
conocernos a nosotros mismos, ver lo que somos en nuestras relaciones con los
demás.
4) Nos permite una
vida de mayor hondura, es decir, significativa, porque vamos indagando en la
pregunta ¿Quién soy?
5) Produce una
sensibilidad distinta que denominaremos amor.
La vida atenta nos
permite una forma de vida necesaria para la vida ética, dado que desenreda los
nudos del alma, crea un espacio libre que nos permite asumir la vida creativamente.
Además, permite no sentir la finalidad última como valor exterior que deba ser
alcanzado, sino como algo inherente a nuestro propio ser.
1.7.-El logro de la forma suprema de sentido
Si una persona amplia
su horizonte humano en dirección al infinito, confiere un rango nuevo y
superior al sentido de su vida .Esta experiencia excepcional la realizamos
cuando respondemos activamente a la palabra que nos trae un mensaje de riqueza
sobrehumana y fundamos una relación de encuentro con lo absoluto.
El que haya vivido
esta experiencia al menos una vez en la vida será su existencia enriquecida con
ese horizonte de sentido, que lo invitara constantemente a superar toda
realización precaria de sí mismo y llevar a pleno desarrollo su vocación y
misión.
El encuentro con la
forma de realidad absolutamente perfecta eleva al hombre a lo mejor de sí
mismo, al máximo despliegue de sus aspiraciones más nobles, y le produce
sentimientos de entusiasmo y felicidad plena.
Responder
activamente a toda invitación al encuentro que supone un gran valor porque hace
posible la realización del ideal de la unidad para conferir el sentido pleno a
la vida, a la propia, e incluso a la de otras personas. Ese paso se da en la
experiencia de participación .Al participar, el hombre se trasciende a sí mismo
y descubre que lo más profundo que hay en mi procede de mi.
El
hombre alcanza su sentido cabal (su planificación) cuando orienta su sentido en
el sentido (en la dirección) que marca las condiciones de la actividad
participativa.
Aprender a
participar, en el pleno sentido de la palabra, es la meta de toda formación
humana autentica. Al hombre no le viene dado de antemano el sentido de su
propia existencia como un objeto que pueda ser poseído. Se le dan potencias
para fundar relaciones que son otros tantos campos de juego en los que puede
desarrollar su vida personal. El sentido constituye, así, para el hombre una
meta y una tarea siempre renovada, un reto que lo insta a trascender en cada
momento los hitos ya alcanzados.
1.8.-Privaciones de la vida
La vida biológica
humana es susceptible de muchos ataques .atentan contra ella el aborto, la
manipulación de embriones humanos, el homicidio, el suicidio, las guerras, los
genocidios, las torturas , en una palabra, la violencia. La violencia es
cualquier trato a la persona como s esta no lo fuera. Por eso el violento se incapacita
a comprender el sentido de la persona humana, no solo de la ajena, sino de sí
mismo, cualquier acción mala es incomprensible; una acción violenta es carente
de sentido, porque ni trasluce el sentido personal de quien la realiza, ni se
realiza en orden a la aceptación personal de otra persona, sino que es
manifestación de la despersonalización de quien la ejecuta, y al no
subordinarse a personas sino a lo inferior a la propia acción( dinero, placer,
poder, fama) pierde sentido humano.
Cualquier sentido no
personal es inferior al sentido de una persona humana, porque una persona tiene
más densidad real que aquellas realidades. Violentar la vida natural de una
persona por defender otros intereses es perder el mayor sentido posible por
adherirse a otro, se trata de la falta de claridad mental, una ignorancia
personal. No se trata no solo de quien hace el mal, sino que oscurece la
transparencia de su sentido personal interno y el de sus acciones. Hecho malo,
al corazón y al cuerpo hace daño.
Graves son las
violencias a la persona humana en las etapas de su vida natural. Por ejemplo:
el aborto y la eutanasia.
El acto precede
siempre la potencia y al desarrollo de esta, y en este caso el acto es la
persona, a pesar de que desde la concepción o fecundación se es persona, ni al
ver la luz la persona dispone de una perfecta humanidad en su esencia, como tampoco
la tendrá mientras viva, porque sencillamente esta es susceptible.
El hombre es un ser
de proyectos, porque el mismo es un proyecto como hombre, nunca llega a ser
completamente humano. Por eso más vale aprender viejo que morir necio.
Nunca acabamos de ser
la persona que estamos llamados a ser; por ello, abortar es matar a un hombre
en cualquier periodo de su vida. El hombre siempre nace y muere prematuramente.
El homicidio y el
suicidio también son muertes prematuras. Si el hombre, no solo en el cuerpo ,
sino también , y más aun , en su alma , nunca es plenamente hombre, es decir,
nunca está acabado como hombre , sino que se está haciendo siempre , tan
asesinato es interrumpir su crecimiento en el seno materno (aborto) como en la
niñez (infanticidio) , en la madurez (homicidio) , o en la enfermedad
grave(eutanasia) .
De
entre esas violencias la eutanasia parece especialmente grave (también
esencialmente ignorante), pues se trata de causar la muerte, a alguien que está
enfermo o cuya vida aburre. Lo más pertinente es recordarle al paciente que el
fin del hombre es vivir. Todos estos atropellos derivan de la pérdida del
sentido de la vida, pues el fin de esta no es la muerte, sino la Vida. Ya que
no se vive para morir, sino para vivir más. Atentar contra una vida enferma es
fruto de una ignorancia sobre el sentido de la propia vida y de la ajena, sobre
las propias acciones que contra ellas atentan.
Por eso la eutanasia
es tan execrable, en vez de desear más vida que la meramente natural, se
renuncia a la poca vida natural y a su comprensión.
2. MODOS DE SENTIDO:
2.1.- El sentido brota en el proceso de desarrollo personal
La cuestión del
sentido surge con el ser humano. El ser humano debe también crecer por ley
natural, pero tiene el privilegio de poder saberlo y precisar el modo de
llevarlo a cabo. El hombre es un ámbito, no un mero objeto, y se desarrolla
como persona creando nuevos ámbitos a través del encuentro. El encuentro es
fuente de luz y de sentido .Al encontrarme con otras personas y formar
comunidades, siento que configuro mi vida de forma ajustada a las exigencias de
mi realidad personal, a lo que soy y a lo que estoy llamado a ser .Esta llamada
es mi vocación y misión. Cuando mis hábitos y mis actos se orientan hacia el
cumplimiento de esta misión y esta vocación, la macha de mi existencia se
realiza en el sentido adecuado, en la dirección justa .En la misma media tiene
sentido.
El sentido no es algo
que el hombre pueda tener estáticamente, como un objeto; lo adquiere y posee
dinámicamente, al entrar en relación creadora con otras realidades.
La
vida humana se desarrolla vinculándose a otros ámbitos y haciendo surgir
ámbitos nuevos de mayor envergadura. Cuando uno ve que su entorno vital está
constituido no solo por objetos sino también por ámbitos, realidades dotadas de
iniciativa que ofrecen ciertas posibilidades, descubre que el sentido de la
vida es fruto de la actividad creadora de encuentros fecundos. La idea de
sentido depende de la concepción que se tenga del ser humano.
2.2.-El sentido de la vida y la libertad verdadera
Nuestra
vida se desarrolla y adquiere, por ello, sentido cuando cumplimos el deber de
elegir en virtud del ideal verdadero de nuestra existencia. Ese ideal viene
dado según la investigación actual por la creación de formación de formas
valiosas de unidad con las realidades.
Si ese deber que
asumimos lo consideramos como algo impuesto desde el exterior, nuestra libertad
interior es todavía incipiente: nos liberamos del apego a nuestras apetencias,
pero permanecemos sumisos a una instancia externa y ajena. Más, cuando llegamos
a amar ese ideal, lo interiorizamos de tal forma que lo sentimos como una
exigencia interior. Con ello, nuestra elección a favor del ideal gana
espontaneidad, y la libertad interior se hace perfecta. Tal presencia
transfiere nuestro ser y actuar y los colma de sentido.
2.3.-El sentido y la responsabilidad
El sentido de nuestra
vida brota cuando somos responsables, en el doble sentido de que respondemos al
valor. Esta recepción activa del valor es
una actividad creativa. Y toda forma de creatividad es dual, implica al menos
la colaboración de dos realidades. Por eso exige una actitud de apertura
desinteresada.
Si quiero descubrir
el sentido de mi existencia en un momento determinado, no debo preguntar qué
partido le puedo sacar a la vida, sino que solicita de mí la vida en esa
circunstancia. Si alguien espera algo de mí y yo satisfago sus deseos, mi vida
se carga de sentido, ya que se ha movido en el plano de la creatividad y ha
cumplido las leyes del crecimiento personal.
El
que solo se preocupa de lo que puedan reportarle los seres del entorno, tiende
a reducirlos a medios para sus fines. En consecuencia, vacía su vida de sentido,
porque no funda encuentros ni crea nuevos ámbitos de vida; se reduce a
manipular objetos. Sitúa su vida en un plano inferior al debido, se aleja de su
verdad existencial, reduce su capacidad creadora.
El
que confunde el amor personal con el mero erotismo corre peligro de reducir la
otra persona a mera fuente de gratificaciones. Esta vida de relación interesada
puede tener un significado intenso, incluso conmovedor, pero carece de sentido.
|El
sentido de la vida humana es acrecentado por la actitud integradora de diversos
planos de la realidad. Cuando nos dejamos llevar de los valores inferiores, que
arrastran, y dejo de lado la llamada de los valores superiores, que atraen
respetando mi libertad , no actuó de forma integradora , sino unidimensional.
No cargo mi vida de sentido; la oriento en una dirección falsa.
2.4.- El sentido y la armonización
de autonomía y heterónomia
Cuando uno adopta una
actitud integradora y se abre al encuentro de realidades vistas como ámbitos,
crea con estas un campo de juego común, en el cual las relaciones espaciales
“aquí – ahí”, “dentro – fuera”, “interior – exterior”, “lo propio – lo
ajeno”…quedan felizmente superadas. En el aspecto físico - corpóreo, dos
cuerpos no pueden ocupar el mismo lugar. Pero en el aspecto lúdico – creador, se hallan en la
intimidad de un mismo campo de interacción. Lo que les viene de fuera ya no es
necesariamente exterior y ajeno, puede serles intimo, por tanto una alienación
o enajenación, que carece de sentido en un ser llamado a regirse autónomamente.
Al
vivir de modo creativo, el esquema autonomía – heterónomia deja de aparecer como
un dilema para presentarse como un contraste. Soy de verdad autónomo al ser
heterónomo, y uno al vivir personalmente esta integración de la autonomía y la
heterónomia, se siente planificado, colmado y desbordante de sentido.
Algo semejante cabe
decir de la fecundación mutua de la libertad y las normas .Si acepto de forma
pasiva una norma o un precepto, no los convierto en íntimos, al dejarme guiar
por ellos, me aliento y pierdo mi identidad personal, mi autenticidad.
Mi vida pierde el
carácter personal que le compete. No tiene sentido .No se halla en la verdad,
se mueve en la falsedad. El sinsentido o absurdo procede siempre de la falta de
creatividad y esta arranca de un error de principio, reducir los seres del
entorno y meros objetos y limitar la propia actividad al manejo de realidades
objetivas.
Su vida aparece
totalmente vacía, siente desesperación y una profunda soledad. Este vacío angustioso
y desesperado supone una falta absoluto de sentido.
2.5.- El sentido se alumbra a través del riesgo del riesgo de la
creatividad
La creación de formas
muy valiosas de unidad exige esfuerzo e implica riesgo, ya que para
encontrarnos debemos abrirnos a los demás de forma generosa, confiada, y
sincera, y esta actitud puede no ser correspondida e incluso traicionada. De
ahí la tentación de buscar el amparo y la paz interior en modos de vida
infrapersonales, infracreadores, infraresponsales, que no son capaces de
encuentro pero tampoco de lucha programada.
Estos
intentos de vivir la vida con plenitud pero sin riesgo llevan en si garantía de
fracaso, porque el ser humano está configurado para el encuentro con las
realidades del entorno, no para la fusión o el alejamiento. Si me fusiono
embriagadoramente, me pierdo como persona.
El hombre nunca puede
renunciar a su condición inteligente, aunque su actividad creadora se halle en
base a cero. Por el hecho de no ejercitar la capacidad de elegir en virtud de
un ideal y asumir valores elevados, el hombre no adquiere instintos seguros,
instintos que aseguren su existencia. Sus instintos o tendencias no están de
por si orientados hacia la meta que marca el pleno logro del hombre.
La única vía que se
ofrece al hombre para lograr el amparo es despreocuparse de dominar la
situación, y adoptar una actitud de entrega confiada. A través del riesgo que
ello implica puede, en casos, lograr el autentico encuentro y, en él, la
plenitud de sentido.
Cuando el hombre
supera la escisión interior e integra los distintos planos de realidad que
confluyen en su ser, vive una experiencia sobremanera gozosa: descubre
nítidamente las posibilidades eminentes que le abre la unidad y siente que su
vida adquiere una dimensión inédita, una profundidad insospechada. Este modo
profundo de ver y sentir la vida entraña una plenitud de sentido.
2.6.- Muerte y sentido de la vida
El
hombre es, para las diferentes ciencias, un animal racional, social, económico,
histórico y hablador.
Y cuando el hombre
muere, será para la Medicina un cuerpo con las funciones vitales paradas de
forma irreversible. Y para el Derecho, una baja en el registro civil. De forma
parecida, cuando uno se enamora, no se enamora de un trozo de carne, sino de la
persona, por sus cualidades.
La carne tiene una
serie de propiedades conocidas por la ciencia y los sentidos. Es importante
pensar con lógica. Y la lógica dice que todos los efectos son proporcionados a
las causas. Este punto de vista siempre ha creado problemas a los dictadores,
pues siempre se han enfrentado a la oposición de los que estaban dispuestos a
que se les echara abajo el cuerpo, convencidos de que la vida no tiene punto
final.
Aunque
hay gente que piensa que la muerte acaba con todo, lo único cierto es que acaba
con todo el cuerpo; la expresión deshabilitar un cuerpo es insuperable. Viene a
decir que la muerte sobreviene cuando el espíritu abandona al cuerpo y lo deja
vacio y deshabilitado.
El hombre se ve a sí
mismo como algo muy superior a la materia, como un hibrido de carne y espíritu:
dos componentes irreductibles que aparecen misteriosamente compenetrados.
La ciencia no tiene
acceso a las tares experiencias más fuertes de la existencia humana: la
experiencia del amor, del dolor y de la muerte.
No hay explicación
científica para el entusiasmo amoroso, ni para la tristeza abrumadora, ni para
lo que pueda darse más allá de la vida .Y ante esas realidades ocultas a los
sentidos , solo le queda al hombre la decisión de traspasar los umbrales de la
metafísica.
Una decisión que
suele estar provocada por la aparición de cualquiera de las tres experiencias
mencionadas, en especial la muerte. Solo la muerte sabe plantear seriamente las
preguntas fundamentales: quién soy, quien me ha puesto aquí, que significa ser
hombre; como debo vivir, que debo esperar después. Y por eso se admite que la
filosofía es, en el fondo, una meditación sobre la muerte.
3.- LA VIDA BUENA
3.1.- La vida buena, la otra
cara de la felicidad
La vida buena no se
busca, es algo que surge cuando uno se conoce a sí mismo. No es posible saber
qué debo hacer para ser feliz si es que no me conozco a mí mismo. Y se conoce a
si mismo quien está atento a la vida. La vida buena es un ir aprendiendo a vivir
bien llevando una vida atenta. Es en esa vida de conocimiento de sí mismo o
vida atenta lo que nos indica que hacer en cada momento.
La vida ética no está
fundada en las normas y deberes. En la medida que nos ayuden a la vivencia de
una vida buena y atenta, en eso radica su importancia. De ese modo, las normas
morales no son criterios absolutos de bondad sino medios para volver a una vida
atenta.
3.2.- La buena vida y la noción del bien
Nada es más
interesante que vivir bien, pero la palabra bien no significa lo mismo para
todos.
Como a todo el mundo
le gusta la buena vida, debemos preguntarnos qué es lo que hace que las cosas,
las acciones y la vida sean buenas. Es decir, en qué consiste el bien. Muchas
acciones y conductas profundamente buenas no están libres de dolores ni de
sorpresas y desasosiegos.
El placer no es, de
suyo, bueno ni malo. Es solo placentero .Lo que se da es un uso bueno del
placer y un uso o abuso malo. Por otra parte, muchas de las cuestiones más
importantes de la vida son neutras respecto al placer. Por eso obrar bien es
obrar conforme a la verdad, conforme a lo que son las cosas , y el bien se
define precisamente como lo que conviene a una cosa , lo que la perfecciona.
Como es lógico, no todo lo que perfecciona a uno perfeccionan a otros, pero
esto no significa que el bien sea subjetivo. El bien como hemos visto, depende
de lo que son las cosas.
Por eso el bien del
hombre nunca dependerá de su capricho sino de su ser. Y como la naturaleza
humana es común a todos los individuos de la especie humana, existen bienes,
que perfeccionan a todo hombre, de cualquier tiempo y lugar. Si bien es lo que
conviene y perfecciona.
3.3.- Elementos de la vida buena
La vida buena incluye
en primer lugar el bienestar, es decir, unas condiciones materiales que
permitan estar bien, y en consecuencia tener desahogo , holgura suficiente para
pensar en bienes más altos y no andar siempre preocupado por los mínimos de
supervivencia .¿Que incluye esta calidad de vida? En primer lugar la salud
física y psíquica, el cuidado del cuerpo y la mente, y la armonía del alma. En
segundo lugar, contar con las adecuadas condiciones naturales y técnicas en
nuestro entorno. La calidad de vida es necesaria para la felicidad. Los bienes
que hacen felices al hombre son los que se definen por servir para algo porque
son de por si valioso y bellos. ¿Cuáles son estos?
El saber y la virtud,
son realidades que transforman al propio hombre. Que le dan un modo de ser, lo
cual nos hace ver que la felicidad no está tanto en el orden del tener, como en
el del ser. Esta es la enseñanza básica de Sócrates: lo que hay que hacer para
ser feliz es practicar las virtudes y hacerse así virtuoso; esta es la mejor
sabiduría. Ser virtuoso es el modo de crecer y llegar a la plenitud humana.
El modo más intenso
de vivir lo común es el amor. Buena parte de la felicidad radica en tener a
quien amar y amarle efectivamente, hasta hacer feliz. Hay que recordar que lo
más profundo y elevado en el hombre está en su interior .En vano se buscara la
felicidad en lo exterior si no se halla dentro de nosotros mismos.
3.4.- La vida como tarea
La juventud es la
etapa de la vida en la que hay que realizar el diseño del propio proyecto
vitar. Es el tiempo de la esperanza y las expectativas. La madurez consiste en
conocer, asumir y recorrer la distancia que separa el ideal de su realización.
Un buen proyecto vital y una vida bien planteada son aquellos que se articulan
desde convicciones que conforman la conducta a largo plazo, con vistas al fin
que se pretende, y que orientan la dirección de la vida, dándole sentido. La
realización de los proyectos asume la forma de una tarea que hay que realizar,
la propia vida humana puede concebirse como la tarea de alcanzar la felicidad.
En esa tarea se distinguen varios elementos fundamentales:
1) La
ilusión, vendría a ser la realización anticipada de nuestros deseos y proyectos
ya que la ilusión proporciona optimismo y nos impulsa hacia adelante. La
ilusión produce alegría y nos induce a ser más de lo que somos, es el requisito
para el verdadero crecimiento humano; se nutre de la esperanza y gozo, da
vitalidad.
2) Toda
tarea necesita un encargo inicial, una misión que nos sea encomendada. Quien
encarga es la verdad encontrada, puesta en boca de aquel que la tiene. Cuando
nadie encarga, no hay ninguna tarea ni misión que llevar a cabo: Faltan los
objetos y viene la desorientación. Los proyectos vitales son muchas veces fruto
de una llamada que alguien nos hace para que los asumamos.
3) La realización de los ideales es
trabajosa y forzada .Los recursos siempre resultan escasos para la tarea que
queremos llevar a cabo. Surge así la necesidad de una ayuda acompañante que
proporcione nuevos recursos para atender a las necesidades que van surgiendo al
llevar adelante la tarea.
4) Toda
tarea humana encuentra dificultades y conlleva riesgos. La libertad misma es
arriesgada; ser libres, para el ser humano es estar abierto a posibilidades del
fracaso.
5) Arrostrar
las dificultades se justifica porque el bien futuro La esperanza es
incompatible con la soledad. Si no hay un beneficiario, alguien a quien dar, la
tarea se vuelve insolidaria y sin sentido. La plenitud de la tarea es que su
fruto repercuta en otros, que mi esfuerzo repercute en forma de don y beneficio
para los demás.
Cuando falta alguno
de estos ingredientes la vida se vuelve incompleta .Sin encargo inicial el
proyecto y la ilusión por él no se consolidan. Si no hay ayuda, la tarea
naufraga por falta de recursos. Si no hay beneficiarios, ni siquiera tiene
sentido empezar; es mejor quedarse en casa, no hay riesgo que merezca la pena.
3.5.- Una propuesta ética
Nada es fácil en la
vida. Ni siquiera la buena vida. Y menos el hombre.
Hay acciones
placenteras y muchas conductas profundamente buenas no libres de dolores y
desasosiegos. Solo cuando sepamos lo que somos, sabremos también lo que nos
conviene , lo que contribuye a nuestro desarrollo , lo que toma nuestra
personalidad más rica o más pobre , lo que nos hace crecer en dignidad, lo que
equilibra o desequilibra nuestra existencia.
Casi
toda la filosofía griega es un conjunto de propuestas sobre la felicidad
individual y social. Para ellos, los griegos buscan la solución a dos grandes
problemas: Como llevar las riendas de la propia conducta y como integrar las
conductas individuales en otras palabras como lograr la excelencia en la
persona y en la comunidad. Todos nos
apuntaos a la buena vida. Y para eso hemos inventado y sostenido la ética, esa
gran aspiración de gentes que quieren vivir bien. Precisamente porque nuestra
vida es supervivencia en medio de un mar agitado por grandes problemas e
incógnitas, no tenemos más remedio que aprender el arte de navegar, y eso es la
ética.
CAPITULO II: “LA
FELICIDAD”
1.1.- La felicidad como
relación de la vida
La felicidad fue
sacada del ámbito de la ética, lo cual ha creado seres humanos que son
infelices y seres humanos malos que se sienten felices.
La
vida buena tiene que ver con la realización de la vida humana, con su
integridad, es algo que afecta todos los niveles de nuestra vida. Es a esa
realización que denominamos felicidad. El ser humano ha intuido y vivenciado
que su existencia puede llegar a un estado de esplendor, pero que existen
factores que limitan su realización.
¿Y
en que quiere encontrar el hombre su realización, integridad y plenitud, es
decir su felicidad? Busca ser alguien o tener algo para ser feliz, al lograr
esas cosas produce en nuestro ser un estado de exaltación y creemos que cuando
estamos alegres, estamos felices. Pensamos que la felicidad es un ideal, una
finalidad que vivimos para ser felices y colocar esa felicidad como finalidad
significa que nuestra vida presente no es feliz. ¿La felicidad es algo que se
tiene al final? ¿Es algo que se puede tener?...supone dos cosas: Tener una idea
de felicidad y querer alcanzarla. Creemos que con la acción de voluntad
lograremos alcanzar la idea de felicidad que tenemos. Pero lo que hace la
voluntad es crearnos un mundo ilusorio, porque se tiene que competir con otros
para alcanzar la felicidad que ellos también quieren; es decir queriendo ser
felices terminan por ser infelices. La felicidad no está en el logro de algo
(cosas, dinero, poder, éxito), cuando se busca esas cosas solo producen seres
humanos insatisfechos.
La felicidad y la
vida buena no son metas subjetivas que deba perseguir la vida humana sino son
exigencias de nuestro propio ser. La felicidad tiene que ver con nuestro ser y
no con el tener. Si la felicidad está relacionada con el ser, entonces tenemos
que volver a sernos, aprender a ser; pero no es posible si no hay atención,
porque mientras uno está atento puede permitir dejar ser al ser.
1.2.- La felicidad
La felicidad es
aquello a lo que todos aspiramos, por el mero hecho de vivir. Por eso toda
pretensión humana es pretensión de felicidad, todo proyecto vital, búsqueda de
ella. Todo sueño, aspiración a encontrarla.
La felicidad seria,
el bien incondicionado, el que dirige todas nuestras acciones y colma todos
nuestros deseos. Ese bien incondicionado no seria, evidentemente, medio para
conseguir ningún otro, pues los contendría a todos y alcanzarlo supondría tener
una vida lograda.
La felicidad consiste en la posesión de un
conjunto de bienes que significan par el hombre plenitud y perfección. ¿Qué
bienes hacen feliz al hombre? Se trataría de aquello que constituyen una vida
lograda, una vida buena.
¿Qué tenemos que
hacer para vivir bien, para optimizar los logros de mi vida, para que esta
merezca la pena? Vivir es ejercer la capacidad de forjar proyectos y luego
llevarlos a cabo. Somos felices en la medida en que alcanzamos aquello a lo
aspiramos.
La
felicidad consiste en la liberación del mal y tiene un cierto carácter de meta
o fin. Hay mucha gente que no cree en la felicidad, que la considera una
ilusión, un imposible. Asimismo, hay otra que la entiende por una vida buena.
La felicidad ¡no es
una posada en el camino, sino una forma de caminar por la vida!
1.3.- La felicidad como vivencia y expectativa
Si ser feliz consiste
en realizar lo que pretendamos, para lograrlo es preciso tener imaginación, y
después atrevimiento para querer y soñar. La imaginación funciona como un bosquejo
de la felicidad. Por eso, los principales obstáculos para la felicidad son el
temor y la falsedad de imaginación.
Si
en condiciones objetivamente favorables, no nos sentimos identificados con
aquello que estamos siendo, si no somos justamente aquello que estamos
haciendo, que estamos viviendo, no podemos decir que somos felices.
La felicidad no es un
sentimiento, ni un placer, ni un estado, ni un hábito, sino una condición de la
persona misma. Se puede ser feliz en medio de bastante sufrimiento como también
se puede ser infeliz en medio del bienestar.
La felicidad nace de
la conformidad intima entre lo que se quiere y lo que se vive.
La felicidad exige
una conformidad intima con nuestra condición. Debemos encontrarla en la
cotidianidad; una cotidianidad profunda es la fórmula más probable de la
felicidad.
1.4.- La felicidad y el destino
Darse a uno mismo es
el modo más intenso de amar. Darse exige un destinatario, alguien que reciba el
don, sobre todo si el don soy yo mismo. El destino de una persona es otra
persona. Darse por completo solo puede hacerse respecto de una persona. Ser
feliz, es desinfartase a la persona amada, lo que se necesita para conseguir la
felicidad es un corazón enamorado. El hombre es cuando ama, dueño de su
destino; porque se destina a quien quiere.
El desinfartase a la
persona amada nos hace ver que una persona humana no es suficiente para colmar
las capacidades potenciales infinitas del hombre. Lo que se corresponde con su
libertad fundamental no es esta o aquella persona, sino el Ser Absoluto. La
respuesta que se da al problema de la felicidad y el sentido de la vida esta,
en último término intensamente condicionada por la cuestión del más allá de
esta vida, del destino.
1.5.-Distintos modelos de
felicidad
1.5.1.-El nihilismo
Vamos a entender por
un nihilismo práctico, que afirma que la vida carece de sentido. Según él, ese
sentido y por el valor de la justicia y la felicidad no tienen respuesta. Para
los nihilistas la felicidad no es posible, no existe, es inútil buscarla,
porque nunca se encuentra.
El
nihilismo lleva consigo la vivencia de la nada. La nada es, desde el punto de
vista de la voluntad, la vivencia de lo que no hay nadie. La voluntad es
afirmación del otro o intención o inclinación hacia el otro. Cuando el otro
desaparece de mi vista, la persona no tiene a quien dirigirse: no hay otro, y
lo que nos rodea es la nada, la soledad. Si no hay un tú al que dirigirnos, es
que estamos solos, nadie nos espera. Esto es la desesperación y el nihilismo
cuyas variantes son las siguientes:
a) La desesperación
Es
algo extremo de nihilismo práctico. Quienes la adoptan tienen una digestión de
dolor, es como si la vida les hubiera sentado mal. El desesperado es el que ha
dejado de esperar, aquel para quien el futuro no depara bien alguno. Lo que
necesita es ayuda.
b) El fatalismo
Para
el fatalismo el hombre es dueño de su destino. Se caracteriza por la creencia
de que el universo alberga dentro de sí un elemento irracional, llamado destino
o azar, que es una fortuna que mueve la rueda de los cosmos y da cada uno la
felicidad o la desgracia de una manera aleatoria, pero necesaria. En el
fatalismo la libertad queda deprimida, necesidad ciega e inaudible. Es ese
destino interpersonal y ciego quien decide por mí de una forma mecánica e
inexorable.
En
el fatalismo el único recurso es que cada uno se contente con la suerte que le
ha tocado. Esto justifica adoptar una actitud pesimista, pues las cosas no
pueden cambiar, son inevitables. Es una resignación que termina siendo trágica
y fatal. El fatalismo incluye como única aspiración la de tratar de disminuir el dolor. Por lo que respecta a la
felicidad, le concede un lugar bastante discreto en la vida humana, incapaz de
alegría, porque para ella el mundo no tiene nada que merezca celebración. Para
el fatalismo todo amor esta preñado de dolor.
c) El absurdo
El absurdo es la
vivencia del sinsentido. Cuando nos vemos obligados a realizar acciones que no
sentimos como nuestras, ni tienen relevancia para nosotros, aparece el absurdo,
para el cual la vida es una representación hipócrita y falsa, pues obliga al
hombre a comportarse de una manera que a él le resulta absurda.
d) El cinismo
El cínico finge
interesarse de verdad por una persona, hace como que le importa algo cuando en
realidad no es así; el cínico no cree en lo que dice o hace , pero lo aparenta
, porque le da igual una cosa de otra. El cinismo puede llegar a convertirse en
una postura radical ante la vida y entonces se vuelve escepticismo burlón, se
toma a la broma todas las cosas. El cínico autentico, en el fondo, es trágico y
nihilista, y acepta el absurdo y carece de sentido.
Cínico
es el que no se toma nada en serio, ni siquiera lo que es serio, para el
sentido de la vida no existe simplemente.
El cínico desconoce
la autenticidad, pues carece de mundo interior, no oculta nada porque nada
tiene. Confunde lo serio con la broma: La comicidad cínica termina en la
tragedia y la desesperación .Por eso la risa cínica es el adorno de la maldad.
e) El pesimismo práctico
Existe un nihilismo
al que podemos llamar pesimismo. Este postula que el esfuerzo por conseguir
bienes arduos se salda siempre con el fracaso, y por tanto no merece la pena;
es preferible resignarse. El desengaño es una forma más profunda del nihilismo,
produce la convicción de que la falsedad se alberga en el propio interior de la
verdad, lo que parece verdadera, en realidad esta hueco. El desengaño pierde
toda ilusión y confianza: No cree en nada como fruto de una mala experiencia.
La amargura, por último, es un desengaño resentido, un enfado radical con lo
variable de las cosas.
El pesimista es el
que piensa que el fracaso acompaña necesariamente la vida de la persona
individual. El camino de la imaginación a la perfección pasa por la decepción.
f) Contrapunto: La afirmación eufórica de la vida y la ebriedad
Todos los escépticos
son de algún modo nihilistas. El nihilismo es una experiencia amarga, en la que
el hombre es profundamente infeliz, y de la que por naturaleza trata de escapar.
Cuando el hombre se
embebe de golpe y en exceso en el embrujo que posee la fuerza de la vida, puede
sobrevivir un estado de ebriedad, que es un procedimiento de exaltación
dionisiaca. Para ello suele servirse de algún estimulante que le proporcione el
optimismo que él no termina de sentir, sustituye su falta de alegría por un
sucedáneo que, en realidad, es ajeno a su persona. Por medio del estimulante se
procura darle protagonismo a las fuerzas irracionales de la vida, liberarlas, y
que ellas se encarguen de transportarlas a un éxtasis en el que olvidemos el
feo rostro de lo cotidiano. Se trata de olvidar la vida propia.
Podría parecer que la
ebriedad no tiene nada que ver con el nihilismo, pero en realidad es su
contrapunto necesario, pues en el nihilismo constante no se puede vivir, porque
es insoportable.
Quienes viven en el
aburrimiento y el pesimismo a veces pueden pensar que la ebriedad es lo que
pone un poco de sal en la vida y dota la chispa necesaria para crear algo que
valga la pena.
El embriagado ni
quiere compartir ni está seguro de tener nada que dar o recibir.
La
tristeza acompaña a los que dependen de los estímulos externos, es un
indicativo de que el eufórico tiene debilitada la libertad, porque sufre una
dependencia y es muy vulnerable. La ebriedad se basa en la renuncia temporal a
conducirse desde la razón, la voluntad y la libertad. Es un empobrecimiento del
propio horizonte.
La ebriedad tiene dos
caras: para no sentir el horrible peso del tiempo que rompe vuestras espaldas y
os inclina hacia la tierra. Se pone en práctica entonces el consejo de A.
Rimbaud: Lanzarse al fondo del abismo, infierno o Cielo ¿Qué importa? Al fondo
de lo desconocido para encontrar lo nuevo. Pero una vez lanzados sobreviene el
desarreglo de todos los sentidos, el descontrol, la violencia. Reaparece el feo
rostro de lo cotidiano, imposible de aceptar. Y si repite el ciclo. La ebriedad
pasa factura, tiene efectos secundarios; con frecuencia acentúa el rechazo de
la realidad que nos ha tocado vivir. No hay domingo sin lunes.
1.5.2.- El Carpe Diem! FILOSOFIA
“arpe
diem” significa aprovecha el momento, disfruta el día. Se nos invita así a
vivir el presente lo más intensamente que podamos, a coger los sabrosos frutos
que la vida, generosamente, nos ponen delante. Se trata de una forma de
afirmación vitalista inmediata y directa. Lo que suele suceder cuando se adopta
esta postura es que se identifica la felicidad y el sentido de la vida con el
placer .La intensidad con que esta actitud puede ser mantenida es muy variable,
pero el conjunto de sus rasgos es bastante constante:
1) La
virtud y el placer, se presentan como opuestos. Todo lo placentero es pecado y
lo que no está prohibido es obligatorio. La doctrina es popular .La bondad
moral significa entonces aburrimiento, y la verdadera libertad, terminar con
los tabúes que nos impiden disfrutar de las cosas buenas: la vida es un
manantial del placer, decía Nietzsche.
2) Se afirma, con Rousseau, que
la naturaleza humana es buena de por sí, ya nada malo saldrá de ti de ahora en
adelante, dice también Nietzsche; hay que dar libre curso a la fuerza natural
de la vida que uno lleva dentro que es de por si inocente y buena. La virtud y
la bondad moral significarían una represión de las fuerzas d la vida, y por eso
son algo antinatural. Por eso la embriedad puede ser bienvenida porque es una
forma de vivir la vida con intensidad.
3) Lo hegemónico en el hombre
es entonces el cuerpo; cuerpo soy del todo y por completo. Todo lo que se
refiere al cuerpo se convierte en extraordinariamente importante. Lo decisivo
es la biología, lo corporal. El cuidado del hombre se reduce al cuidado del
cuerpo.
4) Que
la vida sea un manantial de placer significa que debo aprovecharla, el futuro
no me interesa, porque me traerá complicaciones. Debo disfrutar ahora, y todo
lo que pueda. Debo evitar también compromisos que en futuro me aten. Vivir
solo, en el presente y en un ámbito físico y emocional. Hay que estar en el
presente: Carpe diem esto nos hace referencia a una primacía de la
gratificación instantánea.
Los puntos de este planteamiento son
fáciles:
a) Confundir
la felicidad con el placer es un error peligroso. El placer tiene dos
caracteres: por una parte, es momentáneo, por otra, admite la repetición.
Además, es siempre parcial, en el sentido de que afecta nada más a una
dimensión de la vida, llenarla momentáneamente. Puede tener una gran vivacidad
y energía, pero a la vez se lo siente como constitutivamente insuficiente, pues
es algo pasajero y parcial, es algo que afecta a la vida. La felicidad, en
cambio, afecta a la totalidad de la persona: esta a un nivel más profundo.
b) Apostar por la felicidad en presente destruye
la expectativa de los bienes futuros. En el Carpe diem!, hay una traición
secreta al valor de la espera .Hay mas felicidad en esperar bienes futuros que
en tenerlos todos ya. Cuando no hay expectativas, ya no se espera nada del
futuro es ahí donde empieza la expectativa de la infelicidad. La felicidad
consiste en aprender a esperar.
c) Por último, el Carpe diem,
no es aplicable a la vida profesional, donde impera la lógica de lo serio y de
las tareas a largo plazo. Planteamiento incompleto de la vida, pues tampoco
atiende al esfuerzo, al dolor, ante lo que está amenazado al fatalismo.
El hombre centrado en
la consecución del placer, carece de repuestas ante el esfuerzo y el dolor. Es
la lógica de los inmaduros y los irresponsables .En el fondo se trata de una
postura muy poco solidaria, egoísta. Por eso, su crítica detallada debe hacerse
desde un punto de vista ético.
1.5.3.- La postura
pragmática: el interés
Una de las posturas
más frecuentes frente a la felicidad consiste en decir que toda la felicidad
que consiga será a base de cuidar de sus propios intereses. Esta actitud no se
deja llevar por excesivas ilusiones, es realista, pragmática, no aspira a
cambiar el mundo, ni tiene otro ideal que un afán moderado de asegurarse una
existencia lo más cómoda, tranquila y segura posible, sin sobresaltos ni
riesgos.
Estamos ante un modo
de ver la vida que pone como fin y valor primero yo mismo y mis intereses.
La felicidad
interesada es ajena a los idealismos. Ama el dinero y opina que un hombre vale
lo que valen sus recursos. Todos los actos voluntarios del hombre tienen como
fin algún bien para él. En conclusión: el hombre tiene un solo fin. Que es el
mismo. Todas sus acciones se supeditan a ese objetivo.
1.5.4.- La postura contemporánea: el bienestar
La identificación de
la felicidad con el bienestar ha ido adquiriendo un desarrollo, difusión y
vigencia en nuestra época, sin proporción con la calidad intelectual de esa
interpretación para comprender en que vivimos.
Hay que buscar la
felicidad del mayor número, la mayor cantidad de placer y mínimo de dolor y que
los dolores sean transitorios y pase pronto. Esto es lo que aproximadamente
opina el mundo actual. Esta mentalidad tienes dos rasgos:
1) Identifica
la felicidad, no tanto con el placer, como con la ausencia de dolor.
2) Identifica
lo bueno con lo útil, y así la utilidad pasa a ser el valor que define las
cosas, y las personas.
Por lo que se refiere
a la felicidad, el mundo actual ha creído que se realizaría cuando se
alcanzaran para todos unas determinadas condiciones de bienestar material, un
cierto nivel de vida y de seguridad en el propósito de evitar riesgos y males.
Se pierde de vista el carácter personal de la felicidad pues la felicidad
pierde su contenido propio: resulta equivalente a sus condiciones; es decir,
dadas ciertas condiciones hay bienestar y por tanto felicidad.
Se sustituye el proyecto
personal de vida por la adquisición de unas determinadas condiciones materiales
de bienestar y de seguridad. Al hombre la inseguridad le parece infelicidad.
Así la felicidad pasa a depender de los objetos y se despersonaliza y se vuelve
objeto de planificación: pero no de mi propio proyecto, de mi fuerza interior.
En nuestra sociedad
la comodidad y la diversión se han convertido en los elementos centrales, en
definitiva al tener. Y así se entiende por calidad de vida la supresión de todo
esfuerzo que no se dirige a aumentarla a ella misma.
El bienestar por sí
mismo no produce la felicidad; es simplemente un requisito de ella. La
felicidad no consiste en estar bien, sino en estar haciendo algo que llene la
vida.
1.5.5.- El poder del dinero
Existe un ideal de
felicidad que es el más adecuado para ambiciosos, el poder. Poder significa
potencia, capacidad, fuerza. Cifrar la felicidad en el significa apostar por
uno mismo como dominador de lo que rodea.
Hoy en día el poder más
evidente y directo es el dinero, pues el uso que se hace de él es mucho más
amplio, flexible, y sofisticado. Por eso no es de extrañar que un cierto número
de gente viva según aquello de que dinero es poder y felicidad es poder. Esta
mentalidad actúa como si la felicidad y los hombres mismos rindieran al hechizo
implacable del poder financiero.
El lujo aparece
entonces como signo y ostentación de poder y el dinero se utiliza para
demostrar fuerza y distinción. Poner la felicidad en el dinero es muy tentador,
con dinero se puede conseguir casi todo; el dinero no da felicidad pero no deja
de ser una gran verdad.
Dentro de la vida buena esta también el
bienestar. Sin embargo, el principal inconveniente del dinero es este; no se
puede compartir sino solo repartir, puesto que es de uno y de nadie más. Por
eso donde hay dinero hay discordia, y en la discordia nadie puede ser feliz.
1.5.6.- El afán de poder y la ley del más fuerte
Hay bastante gente
que en su conducta demuestra un gran afán de poder. Se mueven por el afán de
tenerlo y conquistarlo, aunque sea en una dosis miserable. ¡Esto es mío y solo
mío! ¡Aquí mando yo!
La voluntad de poder
no es solo una teoría filosófica, sino el afán continuo que el hombre tiene de
dominar a los demás y someterlos a sus dictados, aunque solo sea dentro del
hogar. Este afán suele aparecer como autoridad despótica.
El argumento más eficaz
consiste en decir que en la vida los que triunfan son los fuertes, y que para
triunfar hay que imponerse a los demás. Lo que triunfa es la fuerza, no la
justicia. Es más la justicia no es la otra cosa que el nombre que se le pone a
lo que me conviene, a aquel estado de las cosas que favorece mis interés y mi
poder.
La justicia es la ley que el más fuerte impone
al más débil, que es despreciable e inferior. La voluntad de poder pone a su
propio servicio todos los medios de que se dispone. Uno de ellos es el dinero.
La voluntad de poder conduce hacia la infelicidad:
1) No
respeta a las personas como fines en sí mismas.
2) Incurre
en las peores formas de tiranía.
3) Lanza
a unas personas como otras, porque gobiernas la ley del más fuerte.
4) Destruye
la seguridad, el derecho, el respeto a la ley y a la justicia dentro de la
sociedad.
5) Envilece
la convivencia porque justifica todas las mentiras, aumenta el rechazo contra
la verdad y genera un espíritu de resentimiento y desquite.
6) Trata
de un planeamiento extremadamente degenerado y pernicioso, aunque pueda explicarse
su sorprenderte aceptación y puesta en práctica por el hecho que algunos siguen
y probablemente seguirán, sucumbiendo a la tentación de tratar de dominar a los
demás a su antojo.
CONCLUSIÓN
Concluyo diciendo que la base para una
vida buena es la felicidad, porque todo lo que uno hace lo debe de hacer
pensando positivamente, con alegría, con la certeza de que saldrá bien porque
lo estoy haciendo bien. Dejar y superar el pesimismo y demás anti valores para
evitar que nos contamine con pensamientos erróneos
ANEXOS:
La felicidad no es la
meta es el camino. Cuando nosotros pensamos en éxito y prosperidad, estamos
pensando en obtener felicidad. El problema es que nos centramos en la búsqueda
de nuestros bienes materiales, pues esa es una idea errónea, cuando en realidad,
deberíamos centrarnos en encontrar la felicidad. Para mí la felicidad es lo que
sentimos cuando estamos a gusto con nosotros mismos y con los demás, también
cuando hacemos el bien. Mi hermanito
Juan, no valoro su vida, a pesar de ser un joven lleno de virtudes y muy
católico, lamentablemente opto por una solución muy fácil de
autoaniquilarse. Tenemos muchas razones
por vivir, el dueño de nuestra vida es Dios; nosotros solo somos responsables
de nuestra persona, damos cuenta de nuestros actos .El todopoderoso sabe cuando
nos trae y cuando nos recoge de este mundo, no debemos de tomar decisiones
apresuradas que luego solo traen sufrimiento a nuestros seres queridos y esto
es un pecado.
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